jueves, 5 de agosto de 2010

¡Con ESP, por favor!

Si hay una cosa que no deja de asombrarme es comprobar que a día de hoy todavía existe mucha gente que deja el ESP en un segundo plano a la hora de escoger las opciones para su coche nuevo; elementos como un radio-cd de categoría superior o la pintura metalizada prevalecen sobre un elemento pensado para aumentar nuestra seguridad.
Pero, ¿qué es el ESP?

Hoy en día, gracias a los avances de la tecnología disponemos de múltiples elementos de seguridad que nos facilitan la conducción, pero debido a sus abreviaciones se acaba convirtiendo en una sopa de letras que hace que el usuario ni siquiera tenga idea de lo que compra.

A grandes rasgos se puede definir al ESP como un sistema de seguridad activo del coche cuya función es evitar la pérdida de control del mismo; si por ejemplo nos da por aplicar una conducción alegre y entramos pasaditos de velocidad en una curva, el ESP coordinándose con el ABS y el Control de Tracción se encargará (dentro de las leyes de la física) de mantener nuestro coche en la trayectoria adecuada y evitarnos sustos innecesarios. Obviamente debemos recordar que el ESP es solo una ayuda a la conducción, nosotros debemos ser los primeros en aplicar una conducción responsable.

Actualmente el ESP es un elemento de serie en muchos modelos, aunque en algunos casos (generalmente los segmentos inferiores) será necesario pagar una cantidad que no suele superar los 500 euros. Afortunadamente a partir de 2011 el ESP será un elemento obligatorio en todos los coches, con el consecuente aumento de seguridad.

Si piensas comprar un coche ahora no lo olvides: opta por el ESP, la seguridad no tiene precio.


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