sábado, 22 de enero de 2011
Hablemos de combustibles alternativos: GLP
¿Qué es el GLP?
A grandes rasgos, podríamos definirlo como una mezcla de butano y propano. Se obtiene tras la refinación del petróleo (lo que lo convierte en un derivado), pero también se encuentra de forma natural en los yacimientos de gas natural. En el caso de los coches se emplea como combustible alternativo y se almacena de forma liquida en un deposito específico (está pensado solo para motores gasolina, su implantación en los diesel conlleva una serie de problemas técnicos).
¿Cuáles son las ventajas?
A nivel económico (que es lo que le interesa a la mayoría) el GLP tiene un precio muy inferior al de la gasolina o el diesel, situándose en unos 0,60€/litro y lo mejor es que por ley los precios están congelados hasta el 2018.
A nivel medioambiental, el GLP es más respetuoso, ya que emite menos óxidos de nitrógeno que el diesel y menos dióxido de carbono que un gasolina. A nivel de prestaciones, el GLP gasta más, pero compensa esto con un precio bastante inferior y cuando estemos circulando con él puede haber una ligera perdida de potencia (no más de 10 cv) pero exclusivamente a altas revoluciones, del resto el funcionamiento será igual o mejor que en un gasolina convencional.
¿Cómo puedo hacer funcionar mi coche con GLP?
Empezaré por la parte burocrática: para efectuar la conversión, nuestro coche debe cumplir como mínimo la normativa anticontaminación Euro3 y estar en la lista de homologación R-115. Si debo ser sincero, este trámite frena bastante la expansión del GLP, ya que puede haber gente interesada, pero al ver que su coche no cumple alguno de los requisitos desechan la conversión. Invito al Ministerio de Industria a copiar el modelo italiano (no hay restricciones para realizar conversiones a GLP), por lo que un coche de 20 años podría superar dicha conversión sin problema.
En lo que es el aspecto técnico, la conversión se realiza mediante la adaptación de los inyectores y de los conductos de bombeo del combustible. El siguiente paso, es instalar un deposito adicional en el maletero para el GLP (pueden ser tóricos o cilíndricos) y el conmutador que permite cambiar de un combustible a otro.
Con este proceso, obtendremos una autonomía similar a la de los modelos diesel.
Otra cosa importante: dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que residamos, podemos optar a subvenciones que cubran buena parte de la conversión (ya me informé para Canarias y no optamos a nada, vaya decepción).
¿El GLP es seguro?
Totalmente. De hecho, tiene mas posibilidades de explotar un deposito de gasolina que uno de GLP, ya que en caso de accidente va liberando el gas de forma controlada hasta vaciarse (por motivos de seguridad, el deposito se llena hasta el 80% de su capacidad). La única cosa con la que hay que tener atención es la restricción de aparcamiento: en los parking subterráneos se puede llegar hasta el -1.
¿Dónde puedo repostar GLP?
La red española aún no es tan amplia como por ejemplo la italiana, así que de momento, disponemos de unas 40 EESS, siendo Repsol la que más apuesta por su expansión.
En el caso de Tenerife (mi lugar de residencia) no he visto un solo surtidor de GLP, pero en la Web de MotorGas encontré algún indicio que me llevará en los próximos días a hacer un par de visitas por La Laguna.
Fuentes: MotorPasion, el Blog de Javier Costas
Fotos: MotorPasion, automontserrat.com, ecopropulsion
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