Cuando me saqué el carnet, recuerdo que repostaba gasolina en mi Seicento a 0.60/0,70 céntimos el litro (¡Qué tiempos aquellos!), me gastaba 15 euros en un deposito que duraba un mes tranquilamente. Ahora, tras 6 años y 3 cambios de coche, el panorama se ha ido complicando con constantes subidas del precio del combustible, que si bien no llega al nivel de la península, pueden suponer un incordio para el conductor canario.
El primer combustible en tocar el euro por litro ha sido la gasolina de 98 mientras que la de 95 anda coqueteando con los 0,90 céntimos.
¿Por qué sube la gasolina?
Sube básicamente porque el petróleo es un recurso limitado, cada vez hay más países que lo demandan en mayor cantidad debido al crecimiento de sus economías (véase el caso de India y China), los países productores no están por la labor de aumentar la producción (produciendo lo mismo, pueden venderlo mas caro) y aunque acordaran un aumento de la producción, no sería algo sostenible puesto que llegará un momento en el que la demanda supere a la oferta (esto se conoce como Peak oil), originando una grave crisis energética a nivel global. Ya hay un precedente de este tipo y data de los años 70, época en la que en España se redujo la velocidad en las autopistas a un máximo de 100 km/h.
¿Cómo podemos combatir la subida de la gasolina?
A la espera de ver si el hidrógeno se convierte en una alternativa viable, debemos apostar por otras alternativas:
• Para empezar, no se tiren de cabeza al diesel: analicen bien cuantos kilómetros recorren al año. Les aseguro que si el total es inferior a 20.000, habrán hecho una mala compra, puesto que no les compensará el sobreprecio sobre su equivalente de gasolina.
• Si optan por un gasolina, háganlo preferiblemente por motores de reducida cilindrada que incorporen el turbo: tendrán consumos contenidos y prestaciones muy respetables. Buenos ejemplos son los motores TSI de Volkswagen o los nuevos Multiair de Fiat.
- Si en su lugar de residencia existe la posibilidad de repostar GLP, les aconsejo que le hagan la conversión a su coche. En varias comunidades autónomas como Madrid recibirán una ayuda económica para la instalación (de momento en Canarias no hay nada de esto), las pérdidas de prestaciones son casi nulas y combinado con el depósito de gasolina, obtendrán una autonomía muy similar a la de los motores diesel y encima contaminando menos. Si tienen dudas, les comentaré que un kilo de GLP vale aproximadamente 0,60 € y lo mejor es que sus tarifas están congeladas hasta 2018.
• Respeten los intervalos de mantenimiento de su coche: si bien les puede parecer que el mantenimiento les sale caro, les aseguro que están ahorrando dinero previniendo futuras averías, por no decir que un coche que no sigue un correcto mantenimiento llega a gastar más combustible.
• Monten neumáticos ecológicos: tienen un buen agarre, hacen que nuestro coche emita menos CO2 y nos ahorran hasta 0.5 litros de combustible cada 100 Km (puede parecer poco, pero les aseguro que al final se acaba notando). Apuestas seguras son: Michelin Energy Saver, Continental EcoContact o Goodyear EfficientGrip.
• Apuesten por la conducción eficiente, hay una diferencia abismal en consumo a la hora de cambiar de marcha en el momento justo o pasado de vueltas.
• Fíjense en los modelos que incorporen tecnología híbrida: modelos como el Prius o el Auris HSD pueden llegar a conseguir consumos que dan la risa floja y con bajísimas emisiones de CO2. Dependiendo de la comunidad autónoma en la que residan, pueden obtener importantes subvenciones para su compra (estoy averiguando si en Canarias disponemos de esta posibilidad).
• Busquen la gasolinera que mejor precio les ofrezca (y que no les coja fuera de su ruta habitual, de lo contrario se pierde el ahorro) y utilicen las tarjetas de puntos: en el caso de Cepsa, pueden canjear sus puntos por gasolina gratis.
Como dijo un colega redactor, la gasolina está por las nubes…
Fotos: motorpasion, cochesmas, autopista
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Deja tu opinión!